San Martino en Venecia: Entre Folclore y Dulces Únicos
Una celebración otoñal que une historia, sabores y antiguas costumbres venecianas, con niños como protagonistas y el aroma del vino nuevo.
Estamos en noviembre, y se acerca una de las fiestas otoñales más queridas en Venecia: la fiesta dedicada a San Martino, obispo y militar originario de Panonia, la actual Hungría.
Aunque la modernidad podría hacer que estas tradiciones caigan en el olvido, Venecia resiste, y el 11 de noviembre todavía es posible sumergirse en un fragmento de esta atmósfera única, en recuerdo de un tiempo en el que la fiesta de San Martino reunía a grandes y pequeños en las calles. Aún hoy, se puede encontrar grupos de niños que, con sus coronas de papel, corren por los callejones, armados con ollas, tapas y cucharas de madera, creando músicas improvisadas para atraer la atención de los transeúntes y comerciantes. Entre el aroma de las castañas y el vino tinto, los escaparates de las pastelerías exhiben los dulces de San Martino, únicos en su tipo. Estas galletas, de diferentes tamaños, tienen todas la forma del Santo a caballo, con espada y capa, y están decoradas con glaseado de colores, caramelos, chocolate y las típicas bolitas plateadas, comúnmente llamadas “rompedientes” por su consistencia marmórea. Inventados por los panaderos venecianos, los dulces de San Martino nunca faltan en las mesas de los residentes.
Además, a diferencia del centro histórico y las islas, en muchas localidades del municipio de Venecia, San Martino también se celebra como el «Año Nuevo Campesino,» que marca el final de la cosecha y el merecido descanso tras el arduo trabajo en los campos. En el ámbito agrícola, la fiesta de San Martino está indisolublemente ligada a la degustación del vino nuevo, de donde nace el dicho: «En San Martino, todo mosto se convierte en vino.»
¿Por qué tiene Venecia un vínculo tan estrecho con la celebración de este santo? La tradición está relacionada con la presencia de la iglesia de San Martino de Tours, situada en el distrito de Castello, cerca del Arsenal. Esta iglesia albergaba algunas reliquias del santo caballero, entre ellas un trozo de su túnica, una falange y una tibia. Esta última fue cedida a la Scuola Grande di San Giovanni Evangelista a cambio de una suma de dinero necesaria para la restauración de la iglesia, con el acuerdo de que cada 11 de noviembre la reliquia volvería por un día a su iglesia original.
Entre leyendas antiguas y el presente moderno, Venecia esconde historias fascinantes en cada rincón. Caminar por sus callejones significa sumergirse en un mundo lleno de historias milenarias y antiguos secretos. Síguenos en Facebook e Instagram para descubrir más.