Historias de fantasmas venecianos
Cuando el pasado y el presente se funden en una atmósfera única y sugerente
El encanto de Venecia alcanza su punto máximo cuando el verano da paso al otoño. La niebla, que envuelve lentamente la ciudad, le otorga un aspecto sugerente y elegante, aunque envuelto en misterio. Detrás de sus callejones se esconden antiguas leyendas que, con el tiempo, se han convertido en una parte integral de su historia. ¿Y qué mejor momento para recordarlas que octubre, el mes preferido por los amantes de las historias de espíritus y fantasmas?
Se dice que numerosos espectros habitan las calles de Venecia y las islas circundantes, como el alma gentil que reside en las habitaciones del Palazzo Grassi. Detrás de su imponente belleza se esconde una historia trágica: una joven, que murió en circunstancias misteriosas, supuestamente cayó de una barandilla. Su espíritu no molesta ni asusta a los visitantes del palacio, pero se dice que a veces se acerca para susurrarles su nombre. Uno de los testimonios más intrigantes proviene de un antiguo vigilante nocturno, quien, durante una de sus habituales rondas en el palacio con las luces apagadas, escuchó un grito que le imploraba detenerse. Apuntando su linterna, descubrió un abismo en el suelo, debido a las obras de renovación que no había tenido en cuenta. Ese grito, probablemente, le salvó la vida.
A pocos pasos, entre Corte Nova y Calle Zorzi, se encuentra el Sotoportego de Corte Nova, dentro del cual destaca una singular piedra roja. En 1630, Giovanna, una residente del barrio de Castello, tuvo una visión de la Virgen, quien le sugirió pintar un cuadro que la representara junto con los santos Roque, Sebastián y Justina, para proteger la ciudad de la peste. El cuadro se exhibió precisamente en ese bajo, y milagrosamente, el barrio se salvó de la terrible epidemia, que desapareció repentinamente. Sin embargo, el cuadro desapareció misteriosamente, dejando en su lugar la piedra roja, donde, según la leyenda, la peste fue absorbida. Desde entonces, los venecianos evitan pisarla, temiendo la mala suerte y las desgracias.
Finalmente, una leyenda más reciente concierne a la estatua de Giuseppe Garibaldi, ubicada en la avenida del mismo nombre en el barrio de Castello, a la entrada de los jardines de la Bienal. Detrás del héroe, al pie de la colina donde se erige la estatua, hay otro personaje: Giuseppe Zolli, un garibaldino que juró proteger a Garibaldi incluso después de la muerte. En 1921, un veneciano llamado Vinicio Salvi fue empujado al suelo por una misteriosa sombra roja mientras recogía caracoles en los jardines. Inicialmente, su testimonio no fue creído, pero continuaron ocurriendo episodios similares, tanto que incluso los gendarmes fueron víctimas de ello. Un anciano habitante del barrio finalmente reconoció la sombra como el espíritu de Giuseppe Zolli, quien había fallecido recientemente. Para honrar su promesa de lealtad a Garibaldi, los habitantes decidieron erigir una estatua de Zolli, colocada detrás del líder. Desde ese momento, el fantasma ya no se manifestó.
Venecia, con sus fascinantes historias y misterios escondidos detrás de cada esquina, nunca deja de encantar y hechizar a sus visitantes. Estas leyendas, que se entrelazan con su rica historia, no hacen más que fortalecer el encanto intemporal de la ciudad, donde pasado y presente se encuentran en una atmósfera única y sugerente. Atravesar las calles venecianas significa sumergirse en un mundo donde la realidad se funde con el mito, y cada paso cuenta un secreto antiguo.